Un adiós para ROBERTO BERGALLI
Murió en Barcelona a los 84 años
(May
5, 2020)
“Hace
pocos días falleció en Barcelona Roberto Bergalli, uno de los más
grandes criminólogos que dio nuestro país. Residía en Europa hacía
varias décadas, tras el exilio de la última dictadura militar,
donde fue catedrático de Derecho Penal y criminología de la
Universidad de Barcelona, pero donde también ejerció una intensa
trayectoria vinculada a la cultura y a la defensa de los derechos
humanos; sin perder nunca de vista su país, pero también la
realidad de Latinoamérica en general (podríamos sostener que fue un
pionero de la historia de la criminología latinoamericana).
Roberto
Bergalli nació el 23 de enero de 1936 en Argentina, cursó estudios
de Derecho en la UBA entre 1955 y 1962. Se licenció en 1963 y
presentó sus primeras investigaciones, que trascendían ya entonces
los límites de las ciencias penales, en el Centro de Estudios José
Ingenieros y en el Instituto Italiano di Cultura.
Se
exilió tres veces. La primera a partir del golpe de Onganía, a
Inglaterra y Roma con una beca del British Council y otra que obtuvo
gracias a las gestiones de uno de sus maestros, Luis Jiménez de
Azúa. Más tarde regresó al país en 1972 y participó como
funcionario de Héctor J. Campora, junto a sus amigos Esteban Bebe
Righi y Leopoldo Polo
Schiffrin, con quienes emprendió la difícil tarea de diseñar la
amnistía de presos políticos y clausurar el famoso “Camarón”.
La
muerte de Perón y el terror iniciado por la Triple A motivaron su
segundo exilio a Alemania en 1975. Allí fue recibido en la cátedra
de Enrique Bacigalupo, donde más tarde recalarían otros juristas
exiliados. Retornó a la Argentina en enero de 1976, epílogo de un
doloroso proceso de secuestro y detención clandestina, posterior
legalización a disposición del PEN, con un total de veintidós
meses que culminaron con su expulsión del país en 1978.
Es
decir, Roberto Bergalli sufrió en carne propia las acciones
criminales implantadas por el Estado genocida, y esas marcas –como
víctima, exiliado y extranjero (2)- también lo posicionaran
política e intelectualmente vinculándolo al análisis del poder y
el control social, como a la defensa irrestricta de los derechos
humanos y de las personas más débiles frente a los mecanismos de la
crueldad estatales (la creación del Observatorio del Sistema Penal y
los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona, es un claro
ejemplo de ese compromiso).
Profesor
emérito, invitado en universidades de todo el mundo, autor de una
vasta cantidad de libros y publicaciones en el orden de la sociología
jurídica y política, teoría y filosofía del derecho, y
criminología y derecho penal. Amigo personal de criminólogos de la
talla de Luigi Ferrajoli, Alessadro Baratta y Massimo Pavarini, a
quienes introdujo en el habla hispana con traducciones, epílogos y
prólogos de su autoría.
Bergalli
fue uno de esos pensadores que conformaron una autentica Escuela
generacional: “… Aprendimos de él que no resulta posible
entender el derecho sin tener presente las transformaciones
económicas, culturales y políticas de las sociedades en las que
actúa como poder punitivo. Todo ello sin olvidar su papel como una
instancia reproductora de la hegemonía del capital y de todas las
injusticias que este provoca”, en palabras de su amigo y discípulo,
Iñaki Rivera Beiras (3), y quien es hoy su continuador y quien
–desde hace unos años— lo sucede en la cátedra de la
Universidad y mantiene la vigencia del Observatorio en Barcelona. La
Escuela Bergalli tiene ramificaciones en varios países, pero en
nuestro país dio discípulos como Gabriel Ganón, Iñaki Anitúa,
Ignacio Tedesco, Máximo Sozzo, Juan Tapia, Augusto Montero, Gabriel
Bombini y tantos otros, como el periodista Horacio Cecchi.
El
currículum de Roberto Bergalli no se agotaba en el derecho. Gran
amigo del editor Jorge Herralde (Anagrama), de escritores como
Claudio Magris y Eduardo Galeano (este último le dedicó su famoso
El mundo patas
arriba). Ex
deportista fanático del remo y el rugby. Con el jazz en la sangre
(su hermano Gustavo Bergalli es un famoso trompetista argentino).
Apasionado de los libros y en especial del catálogo que supo armar
la exquisita editorial Minúscula, capitaneada por su hija Valeria
Bergalli, quien siempre fue su orgullo.
En
pocas palabras, además de renombrado académico, era bastante
multifacético: curioso, humorista, gran conversador y tipo
entrañable. Pero por sobre todas las cosas, un maestro comprometido.
La proyección de Roberto Bergalli es una luz que no se extingue. Lo
vamos a extrañar.
NOTAS:
(1)
La
memoria del largo exilio de Roberto Bergalli se encuentra contada en
la tesis doctoral de Silvia Inés Jensen, “Suspendidos de la
historia/exiliados de la memoria”, en págs.
294/296, véase:
https://www.archivochile.com/tesis/12_al/12al0004.pdf
(2) Roberto Bergalli “exiliado, expatriado y extranjero”, véase Iñaki Anitúa, Homenaje a Roberto Bergalli, Contornos y pliegues del derecho: https://www.estudiocriminal.eu/wp-content/uploads/2017/03/El-exiliado-expatriado-y-extranjero-como-punto-de-partida-para-la-vision-limitadora-de-la-violencia-belica-y-penal.pdf
(3) “Roberto Bergalli, pensador crítico con el sistema penal”, diario El País, 6/5/2020: Véase: https://elpais.com/cultura/2020-05-05/roberto-bergalli-pensador-critico-con-el-sistema-penal.html”.
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Entrevista
en Youtube: https://youtu.be/qWTvxjV1LzU